Anticipo que es muy complejo traer a texto lo que viví a nivel energético, sin embargo, para intentarlo, puedo decir que nuestra sesión de Reiki fue abrir una puerta, sentí que estábamos limpiando juntas mi energía, moviéndola y en especial permitiéndome trascender.
Cada instante durante el tiempo de la sesión traía consigo un mensaje, una señal y esto no pasa constantemente. La alineación y la sincronicidad fueron increíbles.
Yo soy una diferente desde ese instante, no solo por esta limpieza que menciono si no porque vi un poder superior que, aunque sabia existía en mí, aun mi ego no me lo dejaba ver.
Gracias Anaya eres un canal divino lleno de luz y amor.

En el momento de conocer a Anaya, tuve muy claro que era ella con quien tenía que iniciarme a Reiki.
Y no me equivoqué, todo lo contrario, la conexión fue mágica.
Su transparencia, el vibrar de su corazón y la dulzura de su voz han sido para mi elementos clave para abrirme las puertas de esta inmensidad.
Estoy totalmente agradecida al universo por ponernos la una delante de la otra.
Mil gracias mil veces. Namasté