Mi experiencia en la sesión en el momento de la meditación guiada para conectar fue preciosa y muy intensa. Vinieron imágenes de regalos muy significativos para mí. Enseguida fuimos viendo qué necesitaba y Anaya no paró hasta dar con los cristales perfectos para mi japa mala. La combinación es preciosa y en cuanto lo vi, sentí la necesidad de ponérmelo. Me ancla absolutamente a aquello para lo que está creado. Ha sido una experiencia totalmente recomendable. ¡Gracias!

Para mi experimentar la sesión personalizada en la creación de mi japa mala, de la mano de Anaya, ha sido un gran regalo para mi esencia.
Como conectas, con la ayuda de Anaya, con todo el amor y dulzura que en ella son innatos, con los mensajes que tu alma tiene para ti en ese preciso y exacto momento.
Y después, al tener el japa mala en tus manos, sabes con certeza que es único e inigualable en este mundo, lo sientes y lo sabes, como lo somos cada uno de nosotros. Es parte de ti y de tus estrellas.
Gracias, gracias y gracias por tanto que das desde tu corazón. El mundo necesita más gente como tú.

El cumple de mi amiga Ana se acercaba y quería hacerle un regalo especial.
Me puse en contacto con Anaya y le propuse si era posible hacer la sesión de japa mala juntas.
Wow todavía lo recuerdo y me emociono. Fue una meditación tan bonita.
Nos fue guiando por un maravilloso viaje donde afloraron un montón de recuerdos y tantas y tantas cosas vividas. Reímos, lloramos y flotamos, fue una experiencia brutal.
Alucinadas nos dejaron las cartas que nos salieron, no podían reflejar más el momento personal que cada una sentía.  Mil gracias Anaya sin duda esta experiencia la metemos en nuestra mochila de cosas bonitas. 
Ahora tenemos algo que solo ella y yo sabemos lo que significa.

Buscaba algo para autorregalarme el día de mi cumpleaños, algo especial, que me acompañara en esta etapa de emprendimiento y que tuviera un componente único y genuino. Y apareció la propuesta de Anaya. Un ritual y un Japa Mala personalizado. Y sin pensarlo, le dije a Anaya que reservara el 7 de mayo, un día importante para mí, y además, un día de luna llena. Hicimos el ritual y surgió la magia, la conexión conmigo misma, el reencuentro con mi parte dormida, aparecieron respuestas. Fue muy emocionante. Y unas semanas después llegó mi collar. Una pieza única, imaginada y sentida por Anaya. Creada exclusivamente para mí. La llevo conmigo en muchos momentos del día. Me hace sentir tranquila y confiada. Tenerla cerca es paz. Gracias, Anaya